Hay términos que se ponen de moda y que creo que nos hacen perdernos lo importante. Una de estas ideas es la de reinventarte. Seguro que yo mismo lo he utilizado en alguno de los casi dos mil posts que llevo en este blog, pero cada día me parece más contraproducente.
Creo que la idea no es la de estar todo el día pensando en hacer algo diferente, romper con lo anterior o dar un giro de 180º a tu vida o a tu profesión.
Si, son fenomenales y motivadoras esas historias de una abogada de éxito que lo dejó todo para montarse un taller de artesanía y retirarse a la montaña a crear jarrones de barro, pero esas son eso, historias de éxito que, si no fuesen excepcionales y anecdóticas, ni se pondrían como ejemplo.
Ah, y me gustaría saber como le va la vida a esa abogada dos o tres años después de retirarse al monte.
La creatividad viene de combinar lo que ya tienes
No estoy diciendo que no trates de cambiar las cosas, pero eso no implica romper con todo sino de utilizar lo que ya tienes de un modo diferente.
La creatividad no consiste en crear algo de la nada sino de colocar las piezas de un modo distinto. Todos vamos acumulando conocimientos, hábitos, habilidades, experiencias, éxitos y errores que forman parte de nuestro almacén de cualidades.
Así qué, tiene poco sentido, cerrar ese almacén con toda su riqueza y empezar de nuevo abriendo uno nuevo.
En el ejemplo de la abogada ceramista quizás la clave consiste en ver lo que puede utilizar de lo que ya tiene y combinarlo con alguna faceta nueva o recuperar alguna de las que tiene olvidadas.
Si lo que quiere es olvidarse de los aspectos más rutinarios de su profesión y, además, hacer algo más creativo, quizás podría desengancharse de la parte más operativa y empezar a crear vídeos para explicar a otros lo que ella ha aprendido durante su trayectoria.
No creará jarrones, pero podrá ser creativa de otro modo sin escapar de lo que ya sabe y que quizás en su momento la apasionaba.
Recicla y reutiliza lo que ya has creado
Quienes trabajamos con ideas, rápidamente nos acostumbramos a darle una segunda, tercera o cuarta vida a lo que se nos va ocurriendo.
Cada vez que escribo un libro, tengo más ideas y contenidos de los que puedo incluir, así que, hay muchas cosas que quedan aparcadas. Cuando escribo varios posts sobre un tema, lo que estoy haciendo es generar ideas que, quizás, algún día podría utilizar en una presentación… y viceversa.
Como profesional por cuenta ajena, seguro que poco a poco has llegado a crear una forma de trabajar que funciona y que es útil a tu empresa. Lo que deberías preguntarte es, ¿puedo convertir este procedimiento que he desarrollado en algo que podría convertirse en un programa de formación para nuevas incorporaciones? ¿Podría convertirlo en un libro, en un curso online o en una conferencia?
De lo que se trata no es de abandonarlo todo y empezar de cero, con todo lo que eso implica, sino de quedarte con lo que te gusta y/o disfrutar de lo que haces y añadir, quitar, reducir o cambiar algún elemento.
Es el momento de convertirte en renacentista
Una de las dudas que me plantean en mis cursos constantemente al hablar de especialización es la de qué hacer cuando nos gustan varias cosas.
Aquí es importante distinguir entre especializarte y posicionarte como referente en algo por un lado y utilizar lo que sabes y te gusta por otro.
No te estoy diciendo que dejes atrás facetas que te entusiasman, sino que encuentres el modo de incorporarlas a tu trabajo. De este modo, no sólo consigues que te conozcan y reconozcan por un tema concreto sino que, además, te va a ser más fácil diferenciarte porque estás añadiendo elementos que no suelen formar parte de una profesión.
Se trata de ser eficiente, productivo, de aprovecharlo todo. Combina tu trabajo actual con algo que te entusiasme o que aprendiste en otro momento de tu vida o que, por alguna razón, se te dé fenomenal y todo el mundo te lo dice.
Creo que lo divertido, a la par que rentable es exprimir al máximo lo que ya tenemos. Ya he dicho aquí en alguna ocasión que a mi me encantan los programas de subastas de trasteros, que me quedaría a vivir en algún Punto Limpio tratando de dar una nueva vida a las cosas que la gente tira, que me paso el día conectando ideas más que tratando de crear algo de la nada.
Eres mucho más de lo que dice un título, un cargo en una tarjeta de visita o una etiqueta.
Fuente: https://www.andresperezortega.com/2021/02/productividad-aprovechalo-todo.html